Así se expresó De Guindos en la Sesión de Control de la Cámara Baja en respuesta a una pregunta de la diputada socialista Meritxell Batet sobre las consecuencias económicas del proceso soberanista

A este respecto, recordó que la economía catalana venía creciendo por encima de la media de España. “Iba en el rumbo y la dirección adecuada y lo importante es volver a ese rumbo y volver a la legalidad”, prosiguió.

En esta línea, mostró su esperanza en relación a que esta buena evolución se vea reflejada en los datos de la encuesta de Población activa (EPA) que se publicarán mañana.

“He dicho en numerosas ocasiones que la independencia sería muy mala desde el punto de vista económico”, apuntó el ministro, quien lamentó que “supondría desgarrar una de las comunidades autónomas más integradas en los flujos de comercio mundiales”.

De hecho, afirmó que Cataluña “sería mucho menos autónoma y tendría menor soberanía desde el punto de vista económico que como parte de España y de la zona euro”.

En su conjunto, estimó que se produciría una caída del PIB de entre el 25% y el 30%, que vendría acompañada de una fuerte inflación como consecuencia de la devaluación de la nueva moneda que debería crear la Cataluña independiente.