Sanz abrió así la posibilidad del debate entre ambos ejecutivos a la sesión de la comisión prevista para el jueves a las 17.00 horas, y no sólo al pleno definitivo del viernes. “En comisión o en pleno habría posibilidad de debate”, recalcó.

En caso de que fuera en la comisión, especificó, primero sería ese debate entre ambos gobiernos y luego se pasaría a debatir el dictamen de la aplicación del 155 que se aprobará en la ponencia del mismo jueves a las 12.00 horas. Ese segundo debate, con 40 minutos a favor y otros 40 en contra (dos turnos refundible en uno), más las correspondientes réplicas, y después seguiría el turno de portavoces con 20 minutos cada uno. “Fíjense si hay voluntad de que haya debate”, enfatizó, atribuyendo la supuesta generosidad al presidente de la cámara, Pío García-Escudero.

En su opinión, tendría “más sentido” que el Gobierno catalán hiciera sus alegaciones a la comisión antes de la ponencia, aunque luego acudiera al debate, pero se avino a cualquier posibilidad porque “tendría el valor de que el presidente de la Generalitat “se somete al sistema, participa en el juego parlamentario”, y, por tanto, “acepta el resultado final”, una votación en el Senado que Puigdemont tendría perdida.