Discapacidad. Un 30% de los niños con autismo sufren episodios de epilepsia
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Un 30% de los niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA) presentan episodios de epilepsia, una cifra que podría llegar hasta el 60% si existe una discapacidad intelectual o trastorno asociado como la parálisis cerebral, según datos de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP) dados a conocer este jueves en su IV Congreso.
La SEEP celebra en Madrid su sesión plenaria ‘Comorbilidad neurocognitiva y conductual en epilepsia infantil’ en el marco de su IV Congreso que reúne hasta el próximo sábado 21 de octubre a más de 300 profesionales de diferentes campos de la medicina para tratar los principales retos en el abordaje de la epilepsia.
Durante su intervención, el secretario de esta sociedad científica, el doctor Juan José García Peñas, explicó que “el TEA y la epilepsia se interconectan de alguna manera, ya que ambos trastornos están relacionadas con las conexiones neuronales y comparten causas, generalmente genéticas o metabólicas”.
A pesar de las controversias existentes sobre la influencia de las crisis epilépticas en el desarrollo de rasgos autistas, la tendencia más extendida es la que apunta que esta comorbilidad se debe a determinadas causas que producen ambos trastornos. “El gen STXPP1, que influye en la producción de las sinapsis neuronales, se ha estudiado como modelo para demostrar que un trastorno no es detonante del otro, sino que se desarrollan en paralelo”, añadió este experto.
Durante la celebración de esta sesión también se trataron algunos aspectos relacionados con la medicación de los pacientes que presentan ambos trastornos. Este experto afirmó que el tratamiento más frecuente, al igual que en los demás pacientes con epilepsia, es con antiepilépticos. El doctor García Peñas, subrayó que “es importante seleccionar fármacos con amplio espectro, que sirvan para distintos tipos de crisis y que no afecten a la capacidad cognitiva. Es decir, que no tengan efectos demasiado sedantes ni produzcan irritabilidad, ya que suelen ser alteraciones propias de los niños con TEA y podrían empeorar su estado”.
No obstante, el espectro farmacológico es muy limitado. En este contexto, este especialista comentó que existen terapias alternativas como la dieta cetogénica. “Una dieta que está especialmente diseñada para estos pacientes, y que consiste en aumentar la proporción de grasas, disminuir la de hidratos de carbono y establecer una cantidad adecuada de proteínas. Las grasas favorecen el desarrollo de cuerpos cetónicos, que tienen un efecto de recesión de las crisis epilépticas e inciden en la mejora de la alerta, la atención y la comunicación de estos pacientes”.
(SERVIMEDIA)
19 Oct 2017
ABG/gja