MADRID

EL 75% DE LOS CONSUMIDORES ESPAÑOLES DE PSICOFÁRMACOS SON MUJERES

- Según el II Informe sobre Salud y Género, realizado por Sanidad

MADRID
SERVIMEDIA

Las mujeres representan el 75% de los consumidores totales de somníferos o tranquilizantes, en parte porque cuando no presentan una patología clara, los médicos, sean hombres o mujeres, se los recetan, según se pone de manifiestoen el segundo Informe sobre Salud y Género 2006, que se ha centrado en la salud de los españoles de entre 45 y 65 años (10,82 millones de personas).

Este trabajo, realizado por el Observatorio de Salud de la Mujer, perteneciente al Ministerio de Sanidad y Consumo,obtiene las conclusiones a partir de datos procedentes del Instituto Nacional de Estadística, la Encuesta Nacional de Salud y diversos artículos publicados en revistas científicas.

En sus páginas, el informe alerta también de que las mujeres de hoy están excesivamente medicalizadas durante la menopausia.

Y es que, continúa el trabajo, la idealización de la juventud como modelo de belleza y de salud ha producido unos estereotipos discriminatorios que han conducido a la percepción del paso de los años como deterioro y pérdida. Muchos de los malestares adjudicados a la menopausia se deben, en realidad, a sus condicionantes sociales y de género.

El estudio advierte igualmente de que la sobrecarga de roles en las mujeres y las conductas de riesgo asociadas tradicionalmente a los hombres son factores de peligro para los que tienen entre 45 y 65 años.

Así, sostiene, cerca del cien por cien de las mujeres de entre 45 y 65 años dedica casi seis horas diarias a las actividades relacionadas con el cuidado del hogar, una tarea que desempeña el 71% de sus contemporáneos, pero con una dedicación que no alcanza las dos horas y media por jornada.

Por otro lado, el 40% del total de las mujeres se ha incorporado al mercado laboral y, además, el 84% de las personas cuidadoras son igualmente mujeres, cuya media de edad son los 52,9 años. Estos roles de ama de casa, cuidadora de las personas dependientes y trabajadora remunerada suponen una sobrecarga de funciones que tiene efectos perjudiciales en la salud de las mujeres, sostiene el informe.

CONDICIONANTES SOCIOECONÓMICOS

El mismo trabajo señala también que los condicionantes socioeconómicos son otros factores que influyen de manera clara en la salud de las personas. Cuanto menores son el nivel adquisitivo, el nivel de estudios y el reconocimiento sociolaboral, provocan una peor concepción de la propia salud.

Estos condicionantes, dice el trabajo, "están claramente distribuidos en función del género". Así, las mujeres cobran de media un 17,3% menos de salario que los hombres; el 67,3% de las féminas entre 50 y 64 años es ama de casa, y el 74,2% de aquellas cuya edad se sitúa entre los 45 y 65 años tiene un nivel educativo igual o menor que el bachiller elemental.

La sobrecarga de trabajo y la falta de tiempo libre, empleos repetitivos y de escaso reconocimiento social, junto con situaciones de dependencia económica van mermando la salud de las mujeres, sobre todo aquellas de las clases sociales más bajas y que sólo han trabajado en el ámbito doméstico. Este grupo de personas es el más vulnerable ante la enfermedad.

ELLAS VIVEN MÁS

Las mujeres viven, de media, 6,6 años más que los hombres. Esta diferencia de género se explica por conductas tradicionalmente asociadas a los hombres en los que demostrar la fortaleza supone adoptar conductas de riesgo como el abuso de tabaco, alcohol y drogas ilegales, así como la conducción temeraria, continúa el texto.

Por otro lado, los hombres muestran más reticencia a acudir a las consultas médicas, por lo que la atención sanitaria se realiza muchas veces cuando la enfermedad muestra un estado avanzado.

En consonancia con la esperanza de vida, las tasas de mortalidad del segmento comprendido entre los 45 y 65 años indican que los casos de muertes prematuras son significativamente más altos entre los hombres.

La primera causa de muerte en personas maduras son los tumores (principalmente de mama en mujeres y de pulmón en hombres) y las enfermedades del sistema circulatorio. Entre los hombres destaca, además, la muerte por enfermedades del sistema respiratorio, la cirrosis y otras enfermedades del hígado, condicionadas todas ellas por el consumo de tabaco y alcohol de mayor incidencia en los hombres por factores de género.

A pesar de que las mujeres son más longevas, manifiestan peor salud que los hombres. En cuanto a la salud percibida, las mujeres maduras se sienten peor que los hombres, aumentando el malestar a menor nivel de estudios y trabajo menos cualificado.

(SERVIMEDIA)
16 Feb 2008
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