Cuatro de cada cinco españoles respiraron aire contaminado por ozono en 2017
- La tasa crece respecto al año pasado e irá a más
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Un total de 37,9 millones de personas en España respiraron en 2017 aire con una concentración de ozono superior a los límites que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra crece respectoa 2016 e "irá a más", según Ecologistas en Acción.
En 2014, con tasas similares de contaminación, alrededor de 1.600 personas fallecieron de forma prematura debido a la exposición a este gas, según indica el informe sobre la contaminación por ozono elaborado por la ONG a partir de las mediciones de 455 estaciones entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2017.
Miguel Cebayos, coordinador del estudio, explicó que "en lo que llevamos de 2017 los niveles de ozono son superiores a los de 2016 y están en la línea de 2015, que fue un año muy malo".
En general, el cambio climático ha provocado un aumento del ozono debido a la mayor frecuencia de las olas de calor, y "esta es la tendencia desde hace años en España". Hemos tenido la primavera más cálida y el segundo verano más caluroso desde que se realizan mediciones, indicó.
El informe de Ecologistas en Acción subraya que el 81% de la población y el 87% del territorio español ha estado expuesto a una concentración de ozono por encima de los 100 microgramos por metro cúbico que recomienda la OMS.
Si se toma como referencia el valor objetivo establecido por la normativa española y europea (120 microgramos más de 25 días al año), la población que ha respirado aire contaminado por encima del objetivo legal fue de 12,8 millones de personas, un 27% del total.
Esto representa un aumento de 2 y 3 millones de afectados en comparación con 2016 y 2015, respectivamente, y 6 millones más que 2013 y 2014.
Es decir, uno de cada cuatro españoles en 2017 ha respirado un aire que incumple el estándar legal para el ozono vigente en España, que "es más laxo que lo que señala la OMS".
Según Cebayos, "el cambio climático, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la apuesta gubernamental por las energías sucias en detrimento de las renovables son las principales causas de un problema que afecta de manera estructural a la salud de la ciudadanía", pero también a los cultivos y a las plantas.
MAPA DESIGUAL
Durante 2017, los territorios más afectados por ozono troposférico fueron Andalucía, Extremadura, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y, sobre
todo, Islas Baleares. Esta comunidad presentó la peor situación del Estado y de su propia historia desde que se disponen de mediciones de este contaminante.
En cambio, los niveles de ozono fueron más moderados en las comunidades autónomas del Cantábrico, y mejoraron en el Valle del Ebro, Castilla y León, Islas Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña y el litoral mediterráneo desde Alicante a Girona.
El ozono es un contaminante secundario, es decir, se forma en la atmósfera por la irradiación solar sobre otros gases precursores procedentes del tráfico (óxidos de nitrógeno), las centrales termoeléctricas y los disolventes que se emplean en la industria y en las casas. Por tanto, se genera en primavera y en verano y, sobre todo, en zonas suburbanas y próximas a industrias.
NO SE LO TOMAN EN SERIO
Transcurridas dos décadas desde la entrada en vigor de la primera normativa sobre contaminación por ozono, en 2017 varias comunidades autónomas (Asturias, Baleares, Extremadura y País Vasco) no avisaron ninguna vez a la población de la superación del denominado "umbral de información".
Juan Bárcena, responsable de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, denunció que 12 comunidades (Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Región de Murcia, Navarra y País Vasco) siguen sin elaborar planes de acción contra el ozono, pese a que "la ley obliga a ello".
Tampoco existe un plan nacional articulado por el ministerio, lamentó Bárcena, y a esto se remiten todas las autonomías para justificar su inacción. En realidad, "no se lo toman en serio", subrayó.
Por otra parte, solo la ciudad de Valladolid ha puesto en marcha un protocolo para limitar el tráfico cuando existen picos de ozono, similar al de Madrid para la contaminación por dióxido de nitrógeno.
A su juicio, Madrid "es de las pocas ciudades que se toma en serio el problema de la contaminación", aunque hace falta que el resto de la Comunidad apueste por mejorar el transporte público para facilitar el accceso a la ciudad.
Entre las medidas necesarias para limitar la contaminación por ozono, Bárcena citó la limitación del tráfico rodado, marítimo y aéreo, la mejora de los procesos industriales y la reducción de disolventes y otros productos precursores.
(SERVIMEDIA)
17 Oct 2017
AGQ/caa