Según informó CSIF, las embajadas, consulados, oficinas y organismos estatales como el Instituto Cervantes, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) “prácticamente han paralizado hoy su actividad, salvo los trámites urgentes”.

Este sindicato subrayó que tras “esta respuesta masiva” la reivindicación de este colectivo es un “clamor” que “debe ser escuchado” por las autoridades españoles.

Aseveró que el Gobierno –a través de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación y el de Hacienda y Función Pública- “está obligado a sentarse a negociar, revisar los salarios (congelados desde 2009) y organizar unas elecciones sindicales que normalicen la representación y la interlocución que este colectivo que hoy se encuentra abandonado a su suerte, en sus relaciones laborales”. Al mismo tiempo, amenazó con “repetir la protesta” en caso de que el Gobierno desoiga sus reclamaciones.

Por otra parte, explicó que el personal en huelga es un colectivo de unas 7.000 personas, con un “perfil altamente cualificado” que trabajan como traductores y asesores técnicos y que cuentan con un contrato equivalente al de un auxiliar administrativo o al de “personal subalterno en labores de mantenimiento y servicios”.

CSIF destacó que su denuncia responde a las quejas del personal del servicio exterior y español ante el incremento de los precios de productos básicos y de servicios como la sanidad, la educación y la vivienda en aquellos países donde están destinados.

Por ello, exigen un incremento mínimo de sus salarios del 25% “como medida de choque”, la apertura de una negociación para solucionar “los casos más graves” y para abordar los procesos de contrataciones, las mejoras de las condiciones laborales y los planes de pensiones.