La entidad señaló, en un comunicado, que “tiene como objetivo atender a las necesidades financieras de todos los socios”, y subrayó su compromiso con la misión de “aportar valor sostenible a las comunidades profesionales y contribuir al desarrollo social, económico y cultural de sus socios”.

A lo largo de sus 50 años de historia, indicó Caja de Ingenieros, la entidad “ha representado a todos sus socios y nunca ha tomado posicionamientos políticos de ningún tipo” y su Consejo Rector, formado por ingenieros, “actúa al margen de cualquier influencia política”.

Así, explicó que “tomará todas aquellas medidas necesarias encaminadas a preservar los intereses de todos los socios del grupo”. En este sentido, agregó, “tiene establecidos planes de contingencia encaminados a restaurar cualquier tipo de situaciones adversas a las que tuviera que hacer frente”.

Estos planes de contingencia, que “no descartan ninguna opción”, establecen los requerimientos, no solo financieros sino también administrativos, para “preservar” a Caja de Ingenieros y por tanto a todos sus socios dentro del marco regulatorio y supervisor de la máxima autoridad europea, expusieron desde la entidad.

Por tanto, “cualquiera que sea el escenario institucional de futuro, Caja de Ingenieros tomará las medidas necesarias para mantener en todo momento la entidad dentro de la Eurozona, formando parte de las entidades supervisadas por el Banco Central Europeo, y profundizando sus fuertes lazos con las cooperativas bancarias españolas y europeas”.