Según informó la OMS este lunes, cientos de profesionales sanitarios y voluntarios ya están preparados para distribuir las vacunas. El director regional de Emergencias de la OMS en Asia Sudoriental, el doctor Roderico Ofrin, afirmó que "hemos evaluado el riesgo. Hemos obtenido la vacuna. Hemos movilizado a los profesionales sanitarios y estamos sensibilizando a las comunidades. El Ministerio de Salud y Bienestar Familiar, la OMS y los organismos asociados están trabajando con una eficiencia similar a la de las máquinas para detener cualquier posibilidad de que la enfermedad diarreica tenga raíces. Dados los riesgos, la intervención probablemente salvará muchas, muchas vidas".

Según informó la OMS en su página web, desde finales de agosto, más de medio millón de personas han entrado en Bangladesh desde el estado de Rakhine, en Myanmar. Todos ellos se han unido a cientos de miles de personas que ya estaban abarrotando los campamentos y asentamientos en el área de Cox's Bazar, además de restringir el acceso a agua potable, saneamiento e higiene.

A este respecto, el representante de la OMS en Bangladesh, el doctor N. Paranietharan, afirmó que "desde el inicio de esta emergencia, la OMS, Unicef y otras asociaciones sanitarias han estado trabajando mano a mano con el Ministerio para proteger, promover y asegurar la salud. Eso nos ha permitido ser audaces y dinámicos en nuestro trabajo”.

Mañana, martes, más de 200 equipos móviles de vacunación se desplegarán en 12 campamentos y asentamientos para entregar 650 000 viales de tamaño pequeño de la vacuna. Esta fase inicial será seguida por una segunda ronda a finales de este mes dirigida a 250 000 niños entre uno y cinco años de edad, para quienes la segunda dosis proporciona protección adicional.