De esta manera, si Cataluña saliera de España y, por tanto, de la Unión Europea, al cambiar su sede social CaixaBank seguiría contando con el respaldo del Banco Central Europeo (BCE) y sometido a su supervisión y regulación, además de beneficiarse de sus mecanismos de liquidez.

La sociedad tenía su domicilio social en la Avenida Diagonal, número 621, de la Ciudad Condal. Ahora, se trasladará a la calle Pintor Sorolla, 2-4, de Valencia.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), CaixaBank señaló que esta decisión se ha adoptado al ser “prioridad de toda entidad financiera la protección de sus clientes, accionistas y empleados, y con el objetivo de salvaguardar plenamente la seguridad jurídica y regulatoria consustancial al ejercicio de su actividad”.

Así, indica que el Consejo de Administración decidió “por unanimidad” y “ante la actual situación política y social en Cataluña adoptar las medidas que sean necesarias para trasladar el domicilio social” a Valencia.

Además, apunta que a dichos efectos y a la vista de la decisión de este viernes del Consejo de Ministros, el Consejo de Administración de la entidad se reunirá tan pronto se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la modificación de la Ley de Sociedades de Capital “para adoptar definitivamente los acuerdos oportunos”.

CaixaBank es una de las sociedades que se beneficiarán del cambio normativo impulsado por el Gobierno, ya que, según sus estatutos, si el domicilio social se traslada de término municipal distinto se precisa el acuerdo de la Junta General de Accionistas.

CaixaBank reiteró que la decisión de trasladar su domicilio social a Valencia tiene como objetivo “proteger los intereses de los clientes, accionistas y empleados, garantizando en todo momento la permanencia de la entidad, en la zona euro, bajo la supervisión del Banco Central Europeo”.

En una nota, la entidad señaló que “la continuidad en la zona euro garantiza a CaixaBank seguir contando con óptimas condiciones de financiación para, a su vez, mantener el flujo de crédito a familias y empresas en Cataluña y en el resto de España, así como preservar la integridad de los depósitos de sus clientes”.

Además, indicó que “no comporta movimiento de empleados”, por cuanto la entidad cuenta con sedes corporativas y operativas en diversas ciudades de España.

CaixaBank cuenta con 15,8 millones de clientes en España y Portugal (BPI), tiene 5.468 oficinas y más de 37.000 empleados. Sus acciones cerraron este viernes la sesión bursátil con una caída del 0,58%, hasta situarse en los 4,08 euros.