Los ecologistas se refieren a un trasvase de dos hectómetros cúbicos que se realizó entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre, estando, según estas organizaciones, el Tajo en una situación de “extrema emergencia” como para donar caudal al Segura.

Los embalses de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, estarían “por debajo del mínimo permitido para trasvasar y la declaración del nivel cuatro debido a sus existencias de recurso”. Bajo esta situación, y conforme a las reglas de explotación establecidas, no sería posible trasvasar agua, según los ecologistas.

“Es insostenible mantener la explotación actual, inadaptada a la reducción del régimen natural en las últimas décadas y sin medidas en el Plan Hidrológico del Tajo que aporten soluciones”, criticaron.

Por ello, demandan acabar con los “enfoques productivistas y mercantilistas incompatibles con la normativa del siglo XXI”, así como que se reorienten los sectores económicos de forma que “se adapten a los recursos disponibles y al uso sostenible de los mismos”, al tiempo que consideran una “irresponsabilidad institucional cualquier medida que no vaya en esa dirección”.