Así se pronunció Osborne en su discurso de clausura del XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar organizado por el IEF y que se celebra en la ciudad de Toledo. El responsable del Instituto advirtió de que la inestabilidad “genera incertidumbre, y la incertidumbre frena el desarrollo”.

“Una economía equilibrada es una economía sana”, dijo Osborne para subrayar que es necesario profundizar en las reformas ya realizadas y abordar otras que están pendientes con “amplitud de miras y liderazgo para llegar a acuerdos políticos” que las posibiliten, aunque reconoció que quizás “el momento no es el más idóneo”. “Cuando se ha apostado por las reformas, los resultados han sido prácticamente inmediatos”, precisó.

Por otra parte, el presidente del IEF consideró que un marco económico, financiero, fiscal e institucional que ayude a potenciar la competitividad de las empresas familiares es “sinónimo de bienestar”.

“La calidad de la sanidad, de la educación o de las infraestructuras depende, en gran medida, de la capacidad de las empresas para crecer, crear empleo y generar recursos públicos”, explicó.

En este sentido, se refirió a la formación como uno de los factores que condiciona “de manera más determinante” el crecimiento empresarial y se preguntó “¿cómo es posible que en un país con un 40% de desempleo juvenil los empresarios tengan problemas para encontrar personas con los perfiles adecuados?”.

La Formación Profesional Dual “es un gran ejemplo por el que debemos apostar” para resolver este problema, al tiempo que abogó por un Pacto de Estado por la Educación "que ponga fin al sinsentido de siete reformas educativas en los últimos 35 años”.

Asimismo, incidió en continuar con la creación de empleo, y “empleo cada vez de mayor calidad” para bajar la tasa de paro en España, que a su juicio es “inaceptable”.