Lo dijo en la rueda de prensa que ofreció en la sede nacional del PP, en Madrid, tras la reunión del Comité de Dirección que presidió el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, momento que aprovechó para denunciar “pucherazo” de la votación que promovieron ayer los independentistas en Cataluña.

“No hubo referéndum, hubo algunos contenedores donde metieron papeles”, valoró Maíllo, al tiempo que puso el foco en el “auténtico caos, el fraude y la auténtica manipulación”. “Igual que la de los 800 heridos, todo una gran farsa y mentira”, incidió.

Dicho esto, deseó la pronta recuperación “de los heridos de verdad”. “Hoy han dado una cifra, 4 hospitalizados, y todos aquellos que han sufrido lesiones, y los 33 policías y guardias civiles que han tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios”, expuso.

Subrayó que los únicos responsables de lo que está pasando y de lo que pueda pasar en el futuro se llaman Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y sus socios, entre los que están “los radicales de la CUP”. En este punto, mostró el apoyo del PP a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que trabajaron ayer en “circunstancias dificilísimas”.

En cuanto al papel que jugaron el 1-O los Mossos d’Esquadra, dijo que se vio “claramente en las imágenes lo sucedido” y, por tanto, “pocas conclusiones hay que sacar”. “Creo que hay varias denuncias presentadas y serán los mandos de los Mossos los que tendrán que dar explicaciones, no al PP, sino a los jueces, y tendrán que explicar si actuaron correctamente”.

“Los que sí lo hicieron seguro fueron la Policía y la Guardia Civil”, aseveró el coordinador general del PP, basándose en que actuaron “bajo el imperio de la ley y bajo mandato judicial”, dando de esta forma cumplimiento a su “obligación en defensa de los derechos y libertades de todos nosotros”.

En este sentido, cargó con dureza contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que afeó sus críticas por la actuación policial cuando hace poco más de una semana llamó a Rajoy “con pucheros pidiendo ayuda” para comunicarle que no había agentes de policía suficientes para controlar la concentración de ultras que se celebró en Zaragoza en los alrededores del pabellón donde se desarrolló el acto convocado por Podemos en defensa del derecho a decidir.