"El llamamiento serviría para cubrir las necesidades inmediatas de los recién llegados niños rohingya, así como los que lo habían hecho antes del éxodo de las últimas semanas, y los niños más vulnerables de las comunidades de acogida, en total 720.000 niños", explica la ONG en una nota.

Los niños suponen hasta un 60% de los más de 500.000 rohingyas que han huido de Myanmar desde el 25 de agosto. La mayoría viven ahora en condiciones precarias, en campamentos improvisados y asentamientos que se han extendido por todo el distrito de Cox’s Bazar.

“Familias y niños desesperados y traumatizados huyen de la violencia en Myanmar cada día. Estamos ampliando y acelerando nuestra respuesta todo lo que podemos, pero la magnitud de las necesidades es inmensa y tenemos que hacer más para ayudarles. Estos niños están siendo privados de su infancia. Necesitan nuestra ayuda ahora, y van a necesitar nuestra ayuda para salir adelante en el futuro”, explicó Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef, que está visitando la zona.