Durante su participación en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Urkullu defendió una reforma tributaria “integral”, puesto que no considera suficiente “mirar solo al IRPF o al Impuesto de Sociedades”. Además, espera que la reforma sea consensuada por una mayoría y apeló a "preservar el activo” que supone la “certidumbre fiscal”.

Preguntado sobre las supuestas discrepancias dentro del PNV en relación a la reforma fiscal, negó la existencia de una “brecha” dentro de su partido en materia de fiscalidad y reclamó una reflexión “íntegra” que de lugar a una la reforma tributaria consensuada.

Además, aprovechó para pedir un “ejercicio de responsabilidad”, teniendo en cuenta “los escenarios en los que nos encontramos y a los retos a los que debemos hacer frente”. Para ello, reclamó “dejar apartado” lo que puedan ser consideraciones supuestamente ideológicas para pensar “cómo facilitarnos una reactivación de la economía”.

ESTABILIDAD Y ACUERDO

El jefe del Ejecutivo vasco reiteró la determinación de su gobierno con este objetivo y recordó los acuerdos y medidas adoptadas como el Programa Marco de Empleo y Reactivación económica, los acuerdos presupuestarios de 2014 a 2017, acuerdos interinstitucionales y para la conformación del Gobierno PNV-PSE.

En este sentido, remarcó el deber de mantener la “sensibilidad ante las situaciones de dificultad y necesidades” manteniendo los servicios públicos esenciales, el apoyo al empleo y la integración laboral.

También destacó el esfuerzo de adaptación que la industria y la empresa vasca para ganar competitividad y crear nuevas oportunidades de producto y mercado. Sin embargo, reconoció que “hay sectores que siguen arrastrando serios problemas”.

Urkullu recordó los casos de La Naval, Cel o Fagor y aseguró que el Gobierno vasco sigue trabajando con “realismo, discreción y cercanía en su ámbito de capacidad” para intentar favorecer la viabilidad de estas empresas.