Esta medida, que tampoco afecta a los centros de atención a los usuarios (centros de día, polideportivos, etcétera), fue anunciada por el alcalde en el Debate sobre el estado de la ciudad dentro del plan de ajuste del Consistorio.

Gallardón señaló en rueda de prensa que se trata de una medida pionera que tendrá una "enorme trascendencia" no sólo por el ahorro económico y energético que supondrá, sino también porque se mostró seguro de que cambiará los hábitos en la Administración y en las empresas.

En este sentido, pronosticó "un comienzo de cambio de hábitos, primero en la Administración pública y después en toda la actividad económica de Madrid; y las cosas que ocurren en Madrid suelen acabar ocurriendo después en el resto de España en favor, además, de la conciliación de la vida laboral y de la vida familiar".

A su juicio, esta medida es "un paso determinante para asumir un discurso europeo y anglosajón" de que "no podemos seguir castigando a nuestros trabajadores a que hagan imposible el tener una vida laboral y una vida familiar que les permita cumplir con igual de eficiencia ambos objetivos".

Señaló que en España hay una partición de jornada que hace imposible finalizar el trabajo a las cinco de la tarde si se quiere mantener la productividad; "y este paso que da el Ayuntamiento yo creo que es una de las grandes decisiones y de las decisiones que más van a modificar los hábitos y costumbres de esta ciudad y después de este país".