La ONG de infancia está "conmocionada" por la pérdida de vidas humanas en el ataque a la flotilla humanitaria y remarca la "urgente" necesidad de acabar con la restricción sobre la circulación de bienes y personas dentro y fuera de Gaza, implantada desde 2007, que significa que "tres cuartos del millón y medio de palestinos que vive allí dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir".

Jasmine Withbread, directora de Save the Children, ha afirmado que "los niños y niñas de Gaza pasan hambre por falta de alimentos, además de crecer sin educación porque los edificios de las escuelas dañadas no pueden repararse debido a las restricciones eincluso han llegado a perder la vida porque no consiguieron salir de Gaza para recibir la atención médica que necesitaban".

Save the Children trabaja en Gaza desde 1973 colaborando en la provisión de alimentos, agua, asistencia sanitaria, educación y apoyo psicológico a los niños.