Los vientos frenan hasta un 35% las nevadas en la costa de la Antártida

MADRID
SERVIMEDIA

Los vientos catabáticos, que caen desde un nivel más elevado hacia una capa atmosférica estable, reducen hasta en un 35% las nevadas en la costa de la Antártida Oriental al transformar los copos de nieve que caen desde su estado sólido a vapor de agua.

Este proceso meteorológico, conocido como sublimación, no se sabía que ocurriera en las regiones costeras de la Antártida y aparece recogido en un estudio realizado por ocho investigadores y publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Estos vientos soplan desde el interior hasta los márgenes del continente helado y disminuyen la cantidad de precipitación que cae al suelo (principalmente nevadas), que es un factor clave en la formación de la capa de hielo de la Antártida.

Al formar una capa de aire muy seca en el primer kilómetro de la atmósfera, los vientos catabáticos convierten los copos de nieve en vapor de agua. Los autores del estudio llegaron a esta conclusión al recoger datos nuevos durante un año en la costa de Tierra Adelia (Antártida Oriental), junto con simulaciones realizadas con modelos atmosféricos.

Calcularon que, a través del continente, la precipitación acumulada cerca del suelo era un 17% más baja que en su nivel máximo más alto. Sus mediciones indican que puede ser hasta un 35% inferior en la región alrededor de la Antártida Oriental. Los investigadores creen que este fenómeno puede agravarse por el cambio climático.

"Hasta ahora, el alcance de este importante proceso, que es en gran medida indetectable por satélite, no fue plenamente apreciado", explica Alexis Berne, autor del estudio y director del Laboratorio de Teledetección Ambiental, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza).

Berne trabajó con un equipo de investigadores suizos, franceses e ingleses en 2015 y 2016 utilizando una nueva combinación de instrumentos para realizar mediciones en la estación de investigación francesa de Dumont d'Urville, en la costa de Antártida Oriental.

El equipo utilizó tres instrumentos: un radar meteorológico Doppler de doble polarización, un medidor de precipitación de pesada y un perfilador de radar. El radar de polarización recogió información sobre el tipo e intensidad de la precipitación, mientras que el medidor de precipitación pesaba la nevada acumulada cada minuto y ayudaba a calibrar los cálculos. Estos dos instrumentos se utilizaron para recopilar datos de noviembre de 2015 a enero de 2016. El tercer instrumento -el perfilador de radar- recopiló continuamente la intensidad de precipitación hasta tres kilómetros de altitud desde noviembre de 2015 en Dumont d'Urville.

CAMBIO CLIMÁTICO

Al principio, los investigadores se sorprendieron por los resultados que obtuvieron. La pronunciada disminución de las precipitaciones registradas cerca del suelo no fue coherente con sus observaciones habituales. "Hemos trabajado la hipótesis de que la reducción de la precipitación en los niveles atmosféricos inferiores fue causada por la sublimación de cristales de nieve como resultado de los vientos catabáticos", explica Christophe Genthon, científico del Instituto de Geociencias del Medio Ambiente del Centro Nacional para la Investigación Científica (Francia).

Estos vientos frecuentes y fuertes provienen de las altas mesetas del continente. La capa de hielo antártica es bastante plana, por lo que los vientos pueden ganar en fuerza y llegar hasta la costa. Esto crea una fina capa inferior de aire de hasta 300 metros que está saturada de elevados copos de nieve. Por encima de esto hay una segunda capa de aire mucho más seco.

Los copos de nieve formados en la capa de nubes en lo alto se subliman cuando pasan a través de esta segunda capa, convirtiéndose directamente en vapor de agua. Con el tiempo, esto reduce la contribución de la precipitación al balance de masa de la capa de hielo. "Esta capa está en una zona ciega para los satélites debido a los ecos de la superficie, lo que explica por qué este fenómeno no había sido detectado por los satélites", dice Berne.

Los datos sobre el balance de masa de la capa de hielo son esenciales para predecir cómo el nivel del mar subirá o bajará. Los investigadores generalmente esperan que el calentamiento global derive en mayores niveles de precipitación en la Antártida, pero el impacto de los vientos katabaticos en la precipitación podría desafiar estas previsiones y hacerlas mucho más complicadas.

(SERVIMEDIA)
26 Sep 2017
MGR/man