Los hechos se remontan al 26 de enero de 2006, cuando el actor, preguntado en un portal de Internet sobre el papel del alcalde de Salamanca en relación con el Archivo de la Guerra Civil sito en esa ciudad, respondió: "Pues que es un idiota, y le preguntaría si ha leído algo de los archivos ¿no? No ha leído nada, con la cara que tiene, qué coño va a leer".

Los magistrados de la Sala de lo Civil del Alto Tribunal, presidido por Juan Antonio Xiol Rios, desestiman en la sentencia hecha pública hoy el recurso de casación interpuesto por la representación procesal de Rubianes, que falleció en marzo de 2009.

En concreto, el Tribunal Supremo confirma la sentencia dictada el 15 de junio de 2007 por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Salamanca que, tras concluir que las palabras del difunto actor constituyeron una intromisión ilegítima en el derecho al honor del regidor, le condenó a publicar en el mismo portal de Internet el fallo íntegro de la resolución dictada contra él.

Los magistrados del Supremo señalan que la libertad de expresión consagrada en la Constitución no ampara "expresiones insultantes, vejatorias o denigrantes" y no permite atribuir a una persona "hechos que le hagan desmerecer del público aprecio y respeto".

Para el tribunal, las palabras de Rubianes fueron "reprobables a todas luces" y atentaron claramente contra el honor de Lanzarote, "que por su proyección pública y política tiene trascendencia social".

Además, la sentencia destaca que no consta que entre Rubianes y el alcalde salmantino "existiera un previo enfrentamiento personal y político", por lo que las palabras del actor fallecido "carecían de justificación".