En una rueda de prensa previa a la junta de accionistas de la aerolínea, Vázquez respondió así a distintas preguntas sobre las dificultades que está encontrando la compañía para acordar con sus pilotos y tripulantes el modelo de relaciones laborales que regirá la nueva compañía y lanzó el mensaje de que “no podemos hipotecar el futuro por estar operando en las condiciones de ahora”.

A este respecto, el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, explicó que la compañía da de plazo hasta el verano para llegar a estos acuerdos porque “cada mes que pasa perdemos dinero”.

“A medida que las conversaciones progresan y mejoran, merece la pena mantenerlas abiertas”, agregó Sánchez-Lozano quien sin embargo aclaró que “no van a estar paralizadas durante mucho tiempo por lo que si no hay acuerdo tomaremos las medidas oportunas”.

“No podemos seguir acometiendo este mercado sin tener un cambio radical en la configuración de la oferta y esta es una responsabilidad ineludible por parte de los gestores”, prosiguió.

En referencia a las negociaciones con los TCP, Sánchez-Lozano se mostró confiado de que se pueda llegar a un acuerdo en “un periodo breve de tiempo” y trasladó la responsabilidad a los sindicatos ya que el preacuerdo fue rechazado por poca diferencia de votos en una consulta en la que participó menos de la mitad del colectivo.

Por el contrario, ve más difícil el acuerdo con los pilotos aunque aseguró que la compañía está dispuesta “a explorar cualquier cosa” pese a considerar que su propuesta es muy razonable.

Por último, Vázquez destacó que “para consolidar y crecer en el largo radio, Iberia necesita que el corto y medio no pierda dinero, sino que tenga un nivel de flexibilidad y contundencia que permita competir en el mercado y ser un hecho diferencial de la oferta de producto de larga distancia”.