Fuentes de la dirección socialista admiten que la operación, con los registros y la incautación de material, y las detenciones de los organizadores de la consulta, desmontan la posibilidad de poder celebrarlo. Sin embargo, temen que las consecuencias puedan ser "contraproducentes" a medio y largo plazo.

Aunque precisan que eso en ningún caso depende del poder político sino de los tribunales, consideran que las detenciones pueden haber dado argumentos a los independentistas, tanto dentro de Cataluña como también en el resto de España, y de cara al exterior.

Por ello, reconocen que, en vez de las detenciones, podría haber sido más adecuado limitarse a citaciones en calidad de investigados, como se ha hecho con los alcaldes que se comprometieron con la consulta.