El 85% de los colegios desoye las denuncias por abusos sexuales de sus alumnos

- Save The Children critica la poca veracidad que se otorga al testimonio de las víctimas

MADRID
SERVIMEDIA

El 85% de los colegios pasa por desapercibidas las denuncias de sus alumnos que denuncian ser víctimas de abusos sexuales, según pone de manifiesto un informe de Save The Children publicado este miércoles. La ONG alerta de la poca veracidad que se otorga al testimonio de los menores y de las complicaciones del sistema para que prosperen las denuncias.

“Es una cifra que puede sorprender, pero tiene que ver con un prejuicio que es pensar en la penetración como única forma de abuso”, explicó el director general de esta organización, Andrés Conde, en una rueda de prensa celebrada en Madrid. El informe de Save The Children manifiesta que el sistema de protección de las víctimas “está fallando” en múltiples aspectos.

Uno de ellos, el principal, es que los menores tan siquiera saben detectar cuándo están siendo víctimas de un abuso, y es que “la mejor forma de prevenir es enseñar a los niños qué es” y “poner nombre a las cosas”, añadió Ana Sastre, responsable de Políticas de Infancia de la ONG.

En este sentido, exigió que se imparta educación sexual en las aulas que permita discernir a un menor cuándo un adulto se excede y abusa de ellos, ya que “si no es capaz de pararlo a tiempo se convierte en presa del abusador”. De hecho, cuando un niño sufre abusos esta situación se suele alargar una media de cuatro años, según la organización.

Otro de los errores que invisibilizan el abuso es la poca credibilidad que se otorga al testimonio de los niños, mientras que cuando se judicializa el proceso éstos deben declarar “hasta en cuatro ocasiones” en un entorno que no es el más favorecedor, puesto que en ocasiones llegan a verse con su abusador y con personas que ponen en tela de juicio su relato.

Ante una denuncia de este tipo, Save The Children recomienda a las familias “no cuestionar y recoger su testimonio con el máximo interés”. También considera conveniente “no convertirlo en una catástrofe o escándalo público”, sino interesarse por lo que cuenta y trasladarlo a las autoridades.

Asimismo, la ONG ha detectado errores en “cómo el sistema judicial recibe al niño”, que se ve “obligado a declarar” en más de una ocasión con las “repercusiones emocionales” que esto implica, por lo que recomendaron que los niños declaren sólo una vez y que su relato sea grabado en vídeo, a fin de que no se someta al menor a esta práctica en más ocasiones.

MÁS DEL 10% DE LOS MENORES ES VÍCTIMA

Los abusos, según Save The Children, se suceden “de manera paulatina y progresiva”, ya que “comienzan con tocamientos y masturbaciones” y el abusador logra convencer a la víctima de que es una relación “normal” entre adultos y niños, aprovechándose de la situación de “superioridad” en la que se encuentra.

“La dimensión del problema es más grande y más extensa de lo que creemos”, alertó Conde. Y es que se estima que entre un 10 y un 20 por ciento de los menores ha sufrido algún tipo de abuso sexual, una magnitud que dista mucho del número de denuncias y, mucho más, del número de sentencias condenatorias.

En 2015 se iniciaron 1.239 procesos por posibles casos de abuso a menores, de los cuales sólo resultaron 229 sentencias dictadas, 202 condenatorias. Esto hace que la víctima que consigue que su abusador sea juzgado se convierta en un “héroe” y, según explicó Sastre, se debe a que el niño ha tenido un entorno adecuado para denunciar.

“NO SON MONSTRUOS”

Los abusadores son, por lo general, hombres cercanos al entorno del niño -en el 60% de los casos-, ya sean profesores, monitores, entrenadores o parientes cercanos. La mayoría de ellos, sobre todo los que abusan especialmente de niñas, son “abusadores circunstanciales” cuyo perfil no responde al de “personas psicóticas” y “no son monstruos”, dijo Conde.

“Se relacionan con nosotros y psicológicamente no tienen un carácter especial”, explicó. Y es que los pedófilos son una minoría en el colectivo de abusadores, pues la mayoría abusan de una sola víctima porque se sienten atraídos.

Los pedófilos, por el contrario, abusan mayoritariamente de niños varones, de más de uno. En el caso de las niñas, los abusos suelen comenzar entre los siete y los 10 años, mientras que en el caso de los niños es más tardío, entre los 11 y los 12.

Ante esta situación, Save The Children instó al Gobierno a impulsar cuanto antes una ley de protección de la infancia ante abusos sexuales que obligue, entre otros asuntos, a que estos casos sean instruidos por un juez experto en la materia junto a una fiscalía especializada, así como que se imparta educación sexual en los colegios.

(SERVIMEDIA)
20 Sep 2017
GIC/pai