Cataluña. ERC abandona el Congreso exigiendo a Rajoy "que saque sus sucias manos de las instituciones catalanas"
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Los representantes de ERC en el Congreso de los Diputados abandonaron este miércoles el hemiciclo tras exigir al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "que saque sus sucias manos de las instituciones catalanas" y denunciar la entrada de la Guardia Civil en varias consejerías de la Generalitat y la detención de varios cargos de su formación.
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, preguntó a Rajoy si cree que se está dando una respuesta "adecuadamente democrática a la inmensa voluntad" del pueblo de Cataluña de decidir su futuro.
Rajoy le respondió "con total franqueza" que el Gobierno está haciendo "lo que tenemos que hacer y lo que es nuestra obligación" y lo seguirá haciendo "hasta el final", convencido de que están actuando además "con proporcionalidad después de las cosas que hemos visto" las últimas semanas en Cataluña.
"Lo que han hecho ustedes", insistió el presidente, es "de extrema gravedad y profundamente antidemocrático" porque "en unas horas pretendieron liquidar" la Constitución, el Estatuto de Autonomía, el ordenamiento jurídico, "inventaron una nueva legalidad y una nueva Constitución" con forma de ley de transitoriedad, pasando por encima de los trámites reglamentarios democráticos, del criterio de los letrados del Parlamento de Cataluña y del Consell de Garantías Estatutarias.
Además, denunció, el conjunto de los diputados del Parlamento de Cataluña vieron cómo en esas horas sus derechos eran "cercenados". El Estado de Derecho "ha funcionado", añadió Rajoy, ha anulado todas esas decisiones y "seguirá funcionando".
"La Constitución se la cargó usted una noche de verano de 2011" junto con el PSOE al reformar el "indigno" artículo 135, replicó Rufián. "No me dé lecciones de constitucionalismo", añadió.
"MISERABLE" REACCIÓN
Rufián reconoció que tenía preparada una intervención "irónica" para hablar de la "miserable" reacción del Estado ante la defensa de la consulta del 1 de octubre por parte de alcaldes, de la "persecución" a esos ediles y de un ministro del Interior que "se vanagloria de incautar peligrosos carteles independentistas" olvidando los 40.000 millones robados en el rescate bancario.
Sin embargo, explicó, "esta mañana todo ha cambiado" porque "usted y sus lacayos en este mismo momento están deteniendo a cargos electos catalanes simplemente por sus ideas".
"Le pido y le exijo que saque sus sucias manos de las instituciones catalanas", que deje de hacerlo "con nocturnidad y con alevosía", y que sea consciente de que por cada cargo público detenido habrá "cientos" dispuestos a cumplir con ese mandato "inequívocamente popular".
Rufián alertó a Rajoy de que la voluntad del pueblo de Cataluña es "imparable" y ya no es una lucha por los derechos nacionales, sino "por los derechos civiles de todos", por lo que anunció que los diputados de ERC "marchamos a apoyar a nuestros amigos".
En ese momento los diputados de ERC amagaron con abandonar sus escaños, pero se quedaron para escuchar la respuesta de Rajoy. El presidente les dijo que no tiene "ningún sentido" explicarles lo que es el Estado de Derecho porque "les trae sin cuidado".
Aseguró que se trata de una operación judicial ante la que cualquier demócrata, "no sé si usted lo es", sabe que tiene la obligación de catarla, y que pretende garantizar el cummpliento de la ley. Mientras los independentistas sigan "empecinándose en sus errores" y en saltarse la ley, "peor para todos", sentenció el presidente.
Rajoy aprovechó además para pedir a ERC que "cesen las amenazas de sus socios" de la CUP contra los alcaldes y concejales que están defendiendo la legalidad en Cataluña, reflexión que mereció los aplausos de los diputados del PP, del PSOE y de Ciudadanos.
Ante esos aplausos, varios dirigentes de Ciudadanos, entre ellos su presidente, Albert Rivera, se giraron y se golpeaban la cara con la mano para denunciar la "caradura" de los socialistas que aplaudían esas palabras de Rajoy pero el día anterior votaron en contra de la proposición no de ley que pedía formalizar ese apoyo.
Después de la respuesta de Rajoy, los diputados de ERC abandonaron el hemiciclo en medio de una bronca y con reproches recíprocos con otros parlamentarios, sobre todo del PP y de Ciudadanos, hasta el punto de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, se vio obligada a exigir la debida "cortesía parlamentaria" y el respeto "en el contenido y en las formas".
Una vez fuera del hemiciclo, en los pasillos, la diputada Esther Capella aseguró que su grupo estará "hasta el último día" sin permitir que las instituciones se comporten como "meros títeres" y para defender que en democracia las leyes existen "para garantizar derechos, no para restringirlos".
Aseguró que la detención de varios cargos públicos de su partido demuestra que la situación en Cataluña ya no tiene "nada que ver" con el independentismo. Insistió en dejar claro que su grupo permanecerá atento a los acontecimientos y en pedir al Gobierno que "reconsidere" su reacción después de que se haya solicitado hasta 18 veces por todas las vías posibles que se autorice un referéndum.
(SERVIMEDIA)
20 Sep 2017
CLC/LDS/jrn