La encuesta revela que una mayoría de norteamericanos admira la capacidad de las grandes corporaciones para fabricar productos de alta calidad, pero desconfían de su poder para influir en la política y creen que piensan demasiado en los beneficios.

Así, un 68% de los encuestados afirm que las grandes compañías facturan buenos productos, pero un 72% piensa que "han ganado demasiado poder sobre demasiados aspectos de la vida americana" y un 49% no cree en la máxima de que lo que es bueno para los negocios es bueno para la mayoría de los norteamericanos.

Además, únicamente un 4% responde afirmativamente a la cuestión de si cree que las grandes empresas deberían preocuparse sólo de lograr el mayor beneficio posible para sus accionistas porque eso será a la larga lo mejor para Estados nidos.

Por contra, un 95% respalda el planteamiento alternativo de que las grandes compañías deberían tener más de un objetivo y considerar que deben algo a sus trabajadores y a las comunidades en las que operan y que deberían sacrificar a veces una parte de sus beneficios por el bien de sus empleados y de esas comunidades.

Los norteamericanos hacen una clara diferencia entre las grandes corporaciones y las pequeñas empresas, ya que sólo un 3% sostiene que estas últimas tienen demasiada influenci para determinar las políticas fijadas en Washington.