En declaraciones a Servimedia, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, consideró "adecuado" este proyecto, pero se mostró pesimista sobre la posibilidad de que se lleve a cabo porque cree que el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT) ganarán el pulso a Fomento y se mantendrán los actuales límites de velocidad.

Para Arnaldo, subir a 140 km/h la velocidad en las autopistas de peaje "es técnica y perfectamente viable y no incidiría en un aumento de la accidentalidad".

Sin embargo, sospechó que este debate haya salido "como una válvula de escape para la presión injustificada que la Administración está haciendo sobre la recaudación de los radares ante los excesos de velocidad".

Además, descartó que se lleve a cabo por cuestiones económicas. "Aumentar los límites de velocidad para hacerlos más creíbles a la circulación de los ciudadanos cuesta dinero porque habría que cambiar la señalización en carreteras de varias generaciones", apostilló.

Por otro lado, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, mostró su apoyo al aumento del límite de velocidad en las autopistas de peaje a 140 km/h y solicitó "hacer una prueba piloto para ver cómo la acogen los conductores".

"Las carreteras más seguras a día de hoy son las autopistas, donde el límite de velocidad es mayor. Consideramos que con unas carreteras de nueva generación se puede dar un aumento de la velocidad según determinadas circunstancias, como climatología, intensidad moderada del tráfico...", concluyó.