En IU están preocupados "no sólo por el 'decretazo'", sino por lo que consideran un "claro chantaje a los sindicatos para que cedan" ante las reclamaciones de los empresarios y permitan una "precarización del modelo laboral" que haga "más barato despedir".

Llamazares considera que "la presión que está ejerciendo el Gobierno es inaceptable" y evidencia que el Ejecutivo "no tiene una posición clara sobre qué modelo laboral defiende" y, por tanto, "no sabemos si quiere un modelo más barato, más precario, o un modelo de calidad que permita salir de la crisis de manera justa".

Si se decanta por el modelo que defienden los empresarios y sigue "presionando a los negociadores", el Ejecutivo "tendrá servido el conflicto social", advirtió.

Además, recordó Llamazares al Gobierno, "ninguno de los decretos impuestos a la concertación social ha salido adelante ni ha logrado imponerse nunca". Por ello, pidió que se tenga en cuenta que "un decretazo en materia laboral es inútil y traerá conflictividad social".