La acción contó con el respaldo de una veintena de organizaciones, entre ellas la Red Española de Inmigración, SOS Racismo y la Asociación Sin Papales de Madrid, que decidieron realizar esta iniciativa tras la huelga de hambre que han promovido un grupo de saharauis en el aeropuerto madrileño que llegaron a finales de agosto a Barajas.

La concentración se desarrolló en la entrada de la zona de llegadas de la T1, terminal en la que está la 'sala de inadmitidos', donde se lleva a los viajeros a los que no se permite la entrada en territorio nacional.

En un comunicado, los colectivos convocantes de la protesta denuncian las “flagrantes violaciones” de derechos que creen que se producen con las cerca de 150 personas que pasan cada semana, de media, por la sala de retenidos.

Entre ellas, hablan de “arbitrariedad” en las inadmisiones, denegaciones y admisiones a trámite, y que la policía niega la opción a los solicitantes de protección internacional de poder contar con los servicios jurídicos de organizaciones sociales especializadas. También denuncian que el servicio de traducción que se ofrece en las entrevistas para formalizar la solicitud de asilo no reúne las condiciones adecuadas.

Además, aseguran que las expulsiones de territorio Español se han llevado a cabo bajo agresiones físicas por parte de la policía, en al menos un caso, según testimonio directo de los afectados.

Marina Gómez, portavoz de la Asociación Sin Papeles de Madrid, declaró a Servimedia que este mismo sábado, 14 saharauis se negaron pacíficamente a ser deportados con destino a Argel, después de haberles subido a un avión, y fueron devueltos a dependencias de Barajas sin disponer de la asistencia letrada debida.