En una rueda de prensa en la sede del PP, Maíllo afirmó que “existiendo un desafío de esta naturaleza en términos de ilegalidad” y con la amenaza de un referéndum independentista previsto para el 1 de octubre, no parece “lógico”, “apropiado” ni “coherente” entrar en discusiones sobre la reforma de la Constitución. “No tiene sentido”, exclamó.

Por ello, apeló a la necesidad de que las fuerzas políticas contrarias al referéndum muestren unidad y apoyen al Gobierno en las medidas que tome para frenar la celebración del referéndum. No obstante, dejó abierta la puerta a escuchar todas las propuestas de reforma de la Constitución a partir del 1 de octubre.

Respecto de las intenciones del PSOE de poner en marcha en septiembre los “mecanismos” que hagan posible la reforma de la Constitución para hacer frente al independentismo catalán, comentó que plantear este debate antes del 1 de octubre es “estéril” y “no conduce a nada”.

Preguntado sobre si el Gobierno se plantea aplicar el artículo 155 de la Constitución para frenar al independentismo, dejó claro que el Ejecutivo se encuentra en estos momentos en el “no al referéndum” y subrayó que las instituciones cuentan con “los mecanismos suficientes para responder al desafío independentista”.