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Atentados. Medio millón de personas abarrotan Barcelona contra el terrorismo

BARCELONA
SERVIMEDIA

Medio millón de personas abarrotaron este sábado las calles del centro de Barcelona con motivo de la manifestación que la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de la ciudad convocaron con el lema 'No tinc por' tras los atentados terroristas de la semana pasada, en los que murieron 15 personas y más de un centenar resultaron heridas.

La organización quería que el protagonismo no fuera de los políticos, sino de las entidades de cuerpos de seguridad y emergencia a los que entregó la cabecera y la pancarta con el lema 'No tinc por'. Sin embargo, los abucheos y las pancartas contra la presencia del Rey y del Gobierno de España fracturaron la unidad contra el terrorismo antes incluso de que comenzara a andar la comitiva.

A las seis y un minuto de la tarde, apenas con unos segundos de retraso sobre el plan previsto, la manifestación arrancó con 75 representantes de los cuerpos de seguridad y de emergencia y de las entidades vecinales y ciudadanas llevando con sus manos la pancarta principal.

En concreto, en primera línea estaban miembros de todos los cuerpos de seguridad, sanitarios y de atención social: Mossos d´Esquadra, Guardia Urbana, las policías locales de Cambrils (Tarragona), Alcanar (Tarragona) y Ripoll (Girona), Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos, miembros de las comunidades musulmana y entidades vecinales, Sistema de Emergencias Médicas (SEM), personal sanitario de los ocho hospitales que atendieron a las víctimas (Vall d'Hebron, Hospital del Mar, Pedro Campos, San Pablo, Clínico, Germans Trias i Pujol, CUAP iris, Dos de Mayo, San Juan de Dios, Sagrado Corazón, Juan XXIII) y forenses.

También formaron la primera línea los profesionales del centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (Cuesb), Cruz Roja, trabajadores del servicio de limpieza y representanes de colectivos, empresas u organizaciones que mostraron su solidaridad durante los atentados: taxistas, ‘call center’ de Turismo y Punto de Información de Turismo de Barcelona y empleados del Corte Inglés, Hard Rock Café, Sfera y sector hotelero.

Además, tenían un espacio reservado los colectivos vinculados directamente con La Rambla, tales como los comerciantes de la Boquería, los Amigos de la Rambla, floristas, quiosqueros, camareros y personal de la Biblioteca de San Pablo y la Biblioteca de Cataluña.

Detrás de la cabecera se situaron un centenar de personas vinculadas a diferentes comunidades religiosas; entidades en defensa de la paz y los derechos humanos; colectivos contra el racismo, la inmigración y sociales; asociaciones de Ciutat Vella, de vecinos, ciudadanas y económicas.

AUTORIDADES MÁS ATRÁS

Más atrás aparecieron las autoridades del Estado y de todas las comunidades autónomas, que quisieron acudir a Barcelona para expresar su solidaridad con las víctimas y su férreo rechazo al terrorismo que la semana pasada acabó con la vida de 15 personas y que hirió a más de un centenar.

Al frente de las autoridades se encontraba el rey Felipe VI, que por primera vez participa como monarca en una manifestación ciudadana. El 12 de marzo de 2004, cuando todavía era príncipe de Asturias y heredero al trono, estuvo presente también en Madrid en la marcha de repulsa por los atentados del 11 de marzo que atacaron varios trenes de Cercanías en la ciudad.

Cuando el monarca llegó este sábado al centro de Barcelona diez minutos antes de las seis de la tarde, fue recibido con pitos, abucheos y gritos en catalán de "¡Fuera, fuera!".

Junto al Rey se encontraban en la manifestación de Barcelona el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Alrededor de ellos estaba el Gobierno de España en pleno -salvo el ministro Montoro-, los presidentes autonómicos del resto de las comunidades y un gran número de alcaldes de capitales de provincia y grandes municipios.

50 MINUTOS DE RECORRIDO

La manifestación duró unos 50 minutos, los que la cabecera principal y la de autoridades tardaron en llegar a la Plaza de Cataluña, donde estaba colocado el escenario para rendir homenaje a las víctimas con música y palabras de “fuerza” y “unidad” frente al terror.

La actriz Rosa María Sardá y Miriam Hatibi, española musulmana, portavoz de la Fundación Ibn Battuta, leyeron conjuntamente un texto en el que reivindicaron valores como la convivencia y la paz, y en los que ensalzaron la capacidad que la ciudad de Barcelona siempre ha tenido para acoger a los extranjeros y para vivir con alegría. El broche final lo pusieron dos violonchelistas que interpretaron el 'cant del ocells', de Pau Casals, "símbolo de paz y libertad universal".

Finalizado el acto, las autoridades se marcharon poniendo punto final al recorrido sobre las siete menos diez. El Rey y el presidente del Gobierno abandonaron la Plaza de Cataluña entre abucheos y pitos, al igual que había sucedido al principio y buena parte del recorrido, ya que la organización permitió que a su alrededor se colaran grupos independentistas con banderas esteladas y pancartas contra las relaciones diplomáticas y económicas de España con Arabia Saudí.

(SERVIMEDIA)
26 Ago 2017
PAI/pai