En esta cifra se incluyen las tarjetas de crédito “puras” y las de débito diferido. El supervisor explica que la diferencia estriba en si los importes adeudados se liquidan de una sola vez al término del período y sin repercusión de intereses (débito diferido) o si, por el contrario, son objeto de fraccionamiento en varios períodos con el cargo de intereses por la financiación (crédito).

En este sentido, aclara que el número de las tarjetas de débito diferido y su utilización es “muy superior” al de las tarjetas de crédito “puras” en España.

Si a éstas se suman las de débito normales, de las que en el primer trimestre de 2017 circulaban 25,97 millones, se obtiene un total de tarjetas en España de 75,85 millones. En concreto, en el último año las tarjetas de débito se han incrementado un 2,9%, y la cifra de las totales subió un 8,2%.

Para conocer el detalle del uso de las tarjetas hay que remitirse a los datos del último ejercicio completo, el de 2016. A finales de 2016 había en España 48,75 millones de tarjetas de crédito, con las que se realizaron en ese año 1.319 millones de transacciones por un importe de 61,9 millones de euros.

Con respecto a 2015, la cifra de tarjetas de crédito en circulación creció un 8,7%, el número de transacciones subió un 6,9%, y el importe conjunto de las mismas se incrementó un 5,7%.