Según informó la Comisión Europea, su conclusión es que la operación propuesta no plantea problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo.

A este respecto, señala que las cuotas de mercado conjuntas de las partes son, por lo general, limitadas (menos del 25%) y seguirá habiendo competidores fuertes en todos los mercados afectados.

Bruselas indica que el Banco Santander y el Banco Popular son bancos universales que prestan servicios de banca comercial y de inversión mayorista y minorista, así como servicios de seguros, en España y Portugal.

Por ello, ha investigado la incidencia de la operación en los mercados nacionales y regionales españoles y portugueses de servicios bancarios minoristas y empresariales, de arrendamiento financiero, de factorización y de prestación de servicios de cajero automático.

Esta decisión es el elemento final del proceso de autorización por parte de la Comisión de la adquisición y sucede a la aprobación por la Comisión el pasado 7 de junio del plan de resolución del Banco Popular de conformidad con la normativa sobre reestructuración y resolución bancarias, que se basaba en un régimen de resolución propuesto por la Junta Única de Resolución (JUR).