Peces-Barba, que hizo estas declaraciones en el transcurso de una conferencia pronunciada en la localidad madrileña de Alcorcón sobre la Educación para la Ciudadanía, Peces-Barba se mostró crítico con la asignatura de Religión, al recalcar que debe ser suprimida de los programas educativos porque "no se enseñan más que cuatro vulgaridades", que son el Catecismo.

A pesar de ello, matizó que "no diría esto si hubiera una asignatura que se llamara historia de las religiones porque hay una enorme dimensión cultural".

El ex rector de la Carlos III considera que los colegios públicos "deben ser abiertos y ceder a la iglesia y a las parroquias, tanto católicas como a otras, las enseñanzas de sus convicciones, pero fuera de las horas lectivas y de manera voluntaria" porque, a su juicio, el núcleo central de la enseñanza de la religión tiene que estar en la familia.

Según informa el Ayuntamiento de Alcorcón, Peces-Barba denunció también las políticas de educación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del presidente valenciano, Francisco Camps, que segregan a los niños de las niñas.

"Esperanza Aguirre regala centros privados donde se enseña de manera separada a los niños y a las niñas, lo que es, a mi juicio, uno de los problemas más serios y graves de la enseñanza pública concertada, y creo que también en Alcorcón van a hacer una cosa parecida", dijo.

El que fuera padre de la Constitución y presidente del Congreso de los Diputados advirtió de que hay que tener "mucho cuidado con esos señores a los que se les ha concedido el centro porque los niños pueden correr otros peligros, como se ha visto". A su juicio, los gobiernos socialistas no han sabido impedir con toda su energía este tipo de "fraudes de ley".

Respecto a la Educación para la Ciudadanía, Peces-Barba aseguró que esta asignatura es una "exigencia del mundo moderno" y defendió que se imparta más de una hora a la semana.

Añadió que el debate sobre su enseñanza "está superado", pues ni los "inventos" de Esperanza Aguirre han podido acabar con ella y no cabe objeción de conciencia porque esta no es una decisión individual, sino pública, que "tiene que estar en una norma de rango fundamental".

El ex rector lanzó un mensaje a las personas que se oponen a que se imparta esta materia: "Que abandonen toda esperanza porque sus niños y niñas tendrán que estudiar Educación para la Ciudadanía para poder graduarse en cualquiera de los niveles de la educación".