La Fuerzas de Seguridad del Estado se han incautado de algo más de dos millones de euros en bienes inmuebles y han procedido al bloqueo de cuentas y vehículos, además de la aprehensión de casi 100 kilos de drogas.

Según informó hoy el Ministerio del Interior, las investigaciones se iniciaron al detectar que, tras salir de prisión por tráfico de cocaína, un narcotraficante había levantado aparentemente de la nada un imperio inmobiliario, turístico y hostelero, poniendo incialmente al frente del mismo a su propia madre, que había construido un complejo turístico valorado en más de 250.000 euros, a pesar de que sus únicos ingresos consistían en una pensión no contributiva, mientras su hijo cumplía condena en prisión.

Tras obtener el tercer grado penitenciario, el hijo, y cabecilla de la banda, creó una empresa para asumir la propiedad de dicho grupo de empresas sin realizar transacción económica alguna, por lo que los investigadores comprobaron también que el verdadero dueño del complejo era el hijo, y que la madre actuaba como testaferro. Una de estas empresas es un famoso restaurante del Poblado de Sancti Petri, en Chiclana, en el que invirtió más de medio millón de euros en obras de acondicionamiento.