Además, recordará al sector que "el futuro del libro también depende de la cantidad, calidad y buena gestión que hagamos de la superficie forestal del planeta".

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año desaparecen 16 millones de hectáreas de bosques naturales.

Aunque "los motores" de esta deforestación son el avance de la agricultura y la ganadería, los ecologistas afirman que la industria papelera tiene también "una importante función en la conversión de bosques y otros ecosistemas naturales en plantaciones".

"Resulta contradictorio que nuestra cultura se construya con la degradación ambiental o la desaparición de culturas indígenas y de bosques ricos en biodiversidad", declara Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace.

Para concienciar a la industria editorial Española, Greenpeace lanzó en septiembre de 2004 el proyecto "Libros Amigos de los Bosques", un proyecto que ha contado con el apoyo de José Saramago, Isabel Allende, Manuel Rivas o José Luis Sampedro, entre otros.

Además de la extensión del consumo de papel reciclado y la edición de numerosos títulos en este papel procedente del reciclaje, una parte significativa de la cadena de transformación del sector papelero se ha sumado a la certificación forestal del FSC, sistema que acredita que los productos papeleros proceden de una correcta gestión forestal.