Unicef denunció que "algunos niños continúan sufriendo los focos de violencia que persisten en el casco viejo del oeste de Mosul. Un médico con el que hablamos nos contó que bebés de hasta tan solo una semana, niños y madres, aparecen heridos y cubiertos de polvo y arena, algunos desnutridos. Son las consecuencias que sufren los niños después de vivir casi diez meses bajo intensos combates".

Hasta el momento, Unicef y sus aliados han logrado reunir con sus familias a 1.333 niños de Mosul no acompañados y está distribuyendo suplementos nutricionales de emergencia, vacunas de recuperación y kits de emergencia.

Así como agua a medio millón de personas cada día: 5,2 millones de litros diarios para las familias desplazadas en campamentos y asentamientos de emergencia, y 3,3 millones de litros diarios dentro y en los alrededores de Mosul este y oeste.

Asimismo, ha apoyado la reapertura de 470 escuelas en Mosul este y oeste, de la que se han beneficiado 364.500 niños.