Según informó UPA, esta reducción se distribuye de forma heterogénea por el territorio español, ya que en algunas granjas se han registrado pérdidas de hasta el 10%.

A este respecto, los ganaderos de UPA explican que “por regla general las vacas recuperan su producción, aunque nunca lo hacen en su totalidad”.

Además, esta asociación agraria explica que el calor no sólo ha interferido en la cantidad de leche producida, también ha variado la composición del producto y los costes.

Tal y como apunta el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, “Las vacas consumían más agua que nunca, lo que ha provocado que coman menos, reduciéndose la producción de grasa y de proteína de la leche”.