Las ciudades remotas del Amazonas son más vulnerables al cambio climático
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Casi un millón de personas viven en 68 ciudades de la parte brasileña de la cuenca del Amazonas y son vulnerables al cambio climático al ser casi totalmente dependientes de los ríos para realizar movimientos de población, servicios y la gran mayoría de los bienes comerciales.
Así lo asegura un equipo de ocho científicos brasileños y británicos en un estudio publicado en la revista ‘Annals of the American Association of Geographers’, donde explican que los habitantes que residen en localidades remotas del Amazonas son más vulnerables a las inundaciones y a las sequías.
Los investigadores indican que las ciudades sin carreteras están más expuestas a los efectos de las inundaciones, ya que tienden a ser menos desarrolladas y a tener un saneamiento inadecuado, lo que expone a sus habitantes a la contaminación ambiental y al agua no potable.
Los expertos indican que la construcción de nuevos caminos para afrontar esta vulnerabilidad sería “contraproducente” y expondría a las personas en un mayor riesgo, además de excacerbar el cambio climático al impulsar la deforestación.
Décadas de investigaciones en la Amazonía han demostrado que poner en marcha carreteras nuevas conducen inevitablemente a la tala ilegal, la deforestación y la sustitución de la selva tropical por la ganadería.
"Las inundaciones y las sequías son cada vez más comunes en la Amazonía brasileña debido al cambio climático y nuestro estudio muestra que los habitantes de las ciudades remotas y sin carreteras son los más afectados”, apunta Luke Parry, del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster (Reino Unido).
Los investigadores también descubrieron eque la desigualdad de ingresos y los precios de los alimentos importados, como el pollo congelado, eran más altos en las ciudades remotas y sin carreteras. Otro hallazgo importante fue que estas localidades difíciles de acceder también son responsables de conservar una gran cantidad de selva tropical y tierras indígenas.
"Esto significa que los intentos de reducir la vulnerabilidad en estos lugares también deben evitar causar una mayor deforestación. Por ejemplo, la construcción de nuevas carreteras sería contraproducente porque conduciría a más deforestación, más cambio climático y, en última instancia, más daño por inundaciones y sequías", añadió Parry.
(SERVIMEDIA)
05 Jul 2017
MGR/gja