En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Garzón reconoció que se sintió "extrañado" al conocer esa reflexión de Báñez, porque ella fue "la primera en denunciar a los salarios como culpables de la crisis" y en "negar la realidad" de muchos asalariados.

Aseguró que está "de acuerdo" en la necesidad de subirlos para avanzar hacia la recuperación del poder adquisitivo que han perdido los salarios en los últimos años, pero alertó de que "no nos podemos quedar solo en las meras palabras".

El hecho de que Báñez aplace esta subida hasta después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado lleva a Garzón a temer que sea una "excusa", un "señuelo" para que la tramitación de esa ley sea "más amable".

En todo caso, si realmente lo cree, dijo, hay que empezar a "trabajar" en esa línea, en primer lugar con los sindicatos, que son los que "más conciencia" tienen sobre los efectos beneficiosos de una subida salarial. La idea "suena bien", insistió, pero Izquierda Unida la acoge con "escepticismo".