Según informó la Policía, la organización estaba afincada en España y contaba con un cabecilla que se encargaba de contactar con narcotraficantes a través de todo el país. El resto de miembros de la banda acudían a recoger el dinero en efectivo y se lo entregaban a su líder, quien lo enviaba a Colombia a través de locutorios y ‘mulas’.

En las entregas no sobrepasaban el límite legal establecido e intentaban realizar los transportes en importes inferiores a 100.000 euros.

Las investigaciones comenzaron en junio de 2016, cuando la Policía recibió una información relacionada con actividades vinculadas al narcotráfico en Galicia por parte de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Este aviso les permitió descubrir una red afincada en España que se dedicaba a la recepción y envío a Colombia de los beneficios obtenidos a través del tráfico de estupefacientes de distintos grupos.

Los policías centraron sus investigaciones en el cabecilla de la organización, un ciudadano colombiano residente en España que se encargaba de contactar con diferentes emisarios de grupos criminales. Una vez que establecía el contacto, el resto de miembros se movía por España para recoger el dinero y estregárselo al investigado, quien se encargaba de remitirlo a Colombia a través de locutorios. Llegaron a enviar alrededor de 800.000 euros al mes.

La banda solía hacer el traspaso del dinero utilizando varios coches y ocultando el dinero en paquetes envueltos en film transparente o bien en cajas de cereales.

Finalmente, los agentes se incautaron de 235.200 euros que ocultaban en una bolsa negra con dos cajas en el maletero del vehículo, todo en billetes de 500, 200, 100, 50, 20 y 10 euros.