Rajoy se expresa en estos términos en una tribuna de 'ABC' bajo el título ‘Víctimas, verdad y memoria’, en la que recuerda que hace ocho años el Congreso de los Diputados decidió, por unanimidad, dedicar todos los 27 de junio a las víctimas del terrorismo, lo que supone un “reconocimiento institucional de justicia”.

Para el jefe del Ejecutivo, todos los demócratas españoles deben honrar su memoria “cada día y todos los días”, ya que el recuerdo de las víctimas “nos ayuda a defender la democracia y la convivencia pacífica en libertad, justo lo que el terrorismo intenta destruir para después imponer un proyecto totalitario levantado sobre el miedo y la mentira”.

“Este año celebramos momentos estelares de nuestra democracia tan memorables como las primeras elecciones libres, el inicio de la redacción de la Constitución o los Pactos de La Moncloa. Pero también recordamos el dolor causado por todos los atentados de ETA, una banda terrorista que, desde la Transición, buscó socavar nuestra convivencia en libertad”, expone Rajoy.

Celebra que hayamos logrado sobreponernos “al lastre de esos enemigos de la democracia”, a los que “hemos derrotado porque sus crímenes no les han supuesto ningún rédito político”. “En la victoria tuvieron un papel muy destacado las víctimas, con su ejemplo de entereza y, también, con su exigencia de memoria, dignidad y justicia”, subraya.

El presidente del Gobierno considera que tras la derrota de ETA, “nos queda el triunfo de la verdad”, esto es, “contar las cosas tal y como sucedieron y no dejar entreabierta ninguna rendija por la que puedan colarse la mentira o el olvido”. “Conseguirlo nos ayudará a plantar cara a las nuevas formas de terrorismo que, con creciente frecuencia, atacan a la convivencia en todo el mundo”, reflexiona.

Las víctimas, continúa Rajoy, representan “a la sociedad agredida por unos malvados que deben ser respondidos con toda la deslegitimación social, política y, sobre todo, ética de las personas de bien. Intentarán escudarse en credos e ideologías”. Nuestra primera obligación, por tanto, “es desenmascararlos como lo que son: unos desalmados”.

Rajoy también aborda la “terrible amenaza” del terrorismo yihadista, que en España lo conocemos porque “nos golpeó con inusitada crueldad” en los atentados de marzo de 2004. “Hacerle frente unidos, reforzando nuestra cooperación policial y judicial, y con la defensa de la memoria de las víctimas, nos hará más eficaces a la hora de afrontar esta amenaza”, defiende.

“La prevención, con la vigilancia de la radicalización; la serenidad en la respuesta a los ataques; la unidad de todos los demócratas; la cooperación internacional; el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; las reformas legales que refuercen nuestra capacidad de respuesta, y la garantía de que siempre prevalecerá el Estado de Derecho son los mejores acompañantes de la reivindicación de la memoria de las víctimas en la batalla contra el terrorismo”, finaliza.