Así se expresó Bogas en el curso ‘La cuarta revolución. ¿Cómo afecta la agenda digital a la economía y a la industria?’, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

A este respecto, recordó que uno de los grandes problemas de enero fue la demanda de gas “tremenda” de todos los países europeos.

“Se crearon condiciones extremas agravadas por esa globalización del problema”, añadió Boas, quien explicó que ahora el problema se limita a la baja producción hidráulica y eólica lo que genera un hueco térmico mayor que se cubre con energías más caras.

Además, destacó como factor positivo que ahora se cuenta con precios de gas y petróleo muy bajos, aunque el carbón esté alto, por lo que descartó una subida del nivel de la de enero si no se produce una “circunstancia adicional”.

Con respecto a la gran diferencia en comparación con el año pasado, cuando los precios de producción rondaban los 30 euros por megavatio y ahora están en 50, apuntó que ninguna de las dos circunstancias es normal ya que deberían situarse en torno a los 40 euros.