Así lo señaló durante su comparecencia en la Comisión de Economía, Industria y Competitividad del Congreso de los Diputados, a la que acudió para presentar el Informe Anual del Banco de España correspondiente al ejercicio 2016.

Linde enmarcó la reducida rentabilidad del sector bancario entre los riesgos asociados al contexto exterior.

En concreto, señaló que este fenómeno se da en otros sistemas bancarios europeos y está relacionado con la presión de los bajos tipos de interés, con un “nivel de activos improductivos todavía elevado” y un volumen de negocio “limitado” que se da en un entorno competitivo en el que “un creciente número de entidades no procedentes del ámbito financiero son cada vez más activas en la oferta de servicios” propios de los bancos.