Hillary Clinton continúa con su gira africana y llegará hoy al Congo, un país en el que se han disparado los delitos graves desde los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes armados, según informó Human Rights Watch.

Más de 600 civiles han sido asesinados y miles de mujeres y niñas han sido violadas por ambos bandos en conflicto en la parte oriental de la República Democrática del Congo, aseguran estas organizaciones.

Además, la violencia ha obligado a más de 800.000 personas a abandonar sus hogares, entre ellas unas 56.000 el pasado mes de julio, según datos de Naciones Unidas.

Ante el respaldo de la Misión de la ONU en el Congo a operaciones militares en el país, como Kimia II (del Gobierno contra un grupo rebelte hutu), la coalición solicita a Clinton que impulse medidas para que el Gobierno congoleño y la ONU revisen su estrategia contra los rebeldes y protejan a los civiles, especialmente las mujeres y niñas debido a la violencia sexual.

El Gobierno congoleño anunció el pasado 4 de julio una política de "tolerancia cero" en los abusos cometidos por soldados del ejército contra la población civil y que consideraría responsables a los comandantes que permitan tales actos, pero sólo un puñado de funcionarios han sido detenidos.

El director de Oxfam en la República Democrática del Congo, Marcel Stoessel, afirmó que Clinton tiene que dejar muy claro que el apoyo de los Estados Unidos a los esfuerzos de las Naciones Unidas en el Congo "no es un cheque en blanco y que los civiles deben estar protegidos".

Anneke van Woudenberg, investigadora de HRW en África, indicó que "estas operaciones militares han traído más sufrimiento para el pueblo oriental del Congo" y agregó que "Clinton debería ofrecer un compromiso de alto nivel diplomático para abordar el problema de los grupos armados sin causar más daño a la población".