En declaraciones a Servimedia, el secretario general de la CEC, Miguel Ángel Fraile, señaló que aunque las obras en verano son "habituales", con el Plan E han aumentado "mucho más" este año y además han comenzado antes, y aunque es un "beneficio para la ciudad", también es un perjuicio para los comercios.

Por ello, pidió "sensibilidad" con los comerciantes a los responsables de las corporaciones locales, pues "no lo son muchas veces", así como su compromiso de que las obras se realizarán dentro del calendario previsto.

Los comerciantes se quejan de que en muchas ocasiones las obras se hacen sin un control suficiente y con escasa información tanto para comerciantes como para los ciudadanos. Además, apunta que en ocasiones las obras se prolongan hasta seis meses y algunos negocios han tenido que cerrar por falta de ingresos.

Fraile indicó que en algunas ciudades, entre ellas Barcelona, donde hay más de 400 obras en marcha que afectan a unos 3.000 comercios, se han diseñado un plan complementario de apoyo a los comercios afectados.