En el estudio, publicado en la revista "OCU-Compra Maestra" del mes de junio, la organización considera que la competencia en este sector "no es suficiente, ya que el consumidor no se ha beneficiado de un servicio de mayor calidad ni de mejores precios" y, por el contrario, en algunos casos abandonar la TUR y salir al mercado "puede resultarle bastante más costoso".

Desde OCU recordaron que los consumidores tienen la posibilidad de contratar dos tipos de tarifas: libres o la TUR.

Esta última es una tarifa que fija el Ministerio de Industria para garantizar el suministro energético a un precio razonable y que funciona como un límite para que las tarifas en el mercado libre "no suban excesivamente", pero que está restringida a los usuarios que tengan contratada una potencia de hasta de 10KW de electricidad y un consumo de hasta 50.000KWh/año de gas natural.

"El resultado es que las ofertas de las comercializadoras apenas suponen un pequeño ahorro anual respecto de la TUR e incluso puede que, debido a las cláusulas de revisión de las tarifas libres, un consumidor termine pagando precios más elevados que los de la TUR, una vez que desaparecen los descuentos a los 6 o 12 primeros meses", indicaron.

Por su parte, a diferencia de estudios pasados, las ofertas de gas "son todavía menos interesantes, ya que todas las comercializadoras basan su estrategia en incluir un contrato de mantenimiento anual de la caldera".

Estos contratos de mantenimiento presentan muchas diferencias entre unas y otras compañías y para aquellos que deseen su contratación "es aconsejable consultar precios y servicios con el fabricante de calentadores o calderas, ya que habitualmente ofrecen un precio inferior".

A la vista de estos datos, la OCU considera que "las supuestas ventajas del proceso liberalizador no han llegado al consumidor".

Como han puesto de manifiesto las distintas actuaciones de la Comisión Nacional de la Energía y de la Comisión Nacional de Competencia, "no se puede hablar de una competencia plena en el sector eléctrico por la falta de transparencia en el mecanismo de fijación de los precios de la energía y la clara posición de dominio de algunas empresas".

Por ello, la organización exige que se aborde de "forma inmediata la revisión completa del sistema de fijación de precios de la electricidad, de forma que cada fuente de energía reciba una remuneración acorde con su coste real y que esta información sea transparente para el consumidor".

Del mismo modo, la OCU cree necesario la elaboración de un documento con los derechos y obligaciones de consumidores y suministradores de energía.