Este colectivo hará huelga si la rebaja en las nóminas de los empleados públicos se lleva a cabo con criterios de progresividad aritmética, es decir, incrementando los descuentos a quienes más ganan, explica el CESM en un comunicado.

Con esta medida, defendida por varios miembros del Gobierno y diputados del PSOE, los médicos podrían ver evaporarse de sus nóminas una media de 600 euros mensuales. Si el recorte no es de un 5% lineal para todos los trabajadores, a ellos podría corresponderles una rebaja de en torno al 10%.

Las cuentas se hacen en función de la retribución media de un especialista, que asciende hoy con el cobro de todos los complementos establecidos y el máximo de guardias (lo que supone hacer jornadas de 24 horas de o más), a cerca de 60.000 euros brutos anuales.

Esta cantidad se queda a gran distancia de los emolumentos que cobran los médicos europeos y que es la causa de que cada vez más profesionales autóctonos estén tentados de aceptar las ofertas de trabajo que les llegan desde Europa Occidental.

CESM reclama que la disminución prevista debe hacerse sobre un porcentaje igual para todos, del mismo modo que las subidas retributivas en la Función Pública.

El secretario general de CESM, Patricio Martínez señaló que “si no fuera así, lo entenderíamos como un ensañamiento con la profesión médica, que ha venido haciendo posible el funcionamiento de la sanidad pública a base de anteponer su sentido vocacional a las siempre parcas retribuciones que nos llevamos a fin de mes”.

La Confederación no ha tardado en contactar con los sindicatos CCOO, UGT y CSIF, convocantes de la huelga de funcionarios para el día 8 de junio, para que se sumen a su punto de vista.