En rueda de prensa tras la reunión de la mesa de diálogo social, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, y la de Empleo y Migraciones de CCOO, Paloma López, amenazaron al Ejecutivo con que "se lo piensen antes de tomar decisiones".

"Nos preocupa que cada vez haya más voces que hablan de una reforma laboral impuesta", dijo Ferrer, quien recordó al Gobierno que los sindicatos están "barajando las respuestas sin descartar ninguna".

Sobre la negociación de la reforma, Ferrer señaló que las organizaciones sindicales "no tenemos ningún interés en alargar el proceso" de diálogo, y añadió que el próximo jueves, 27 de mayo, se reúnen los consejos confederales de CCOO y UGT, por separado, y que para entonces "deberíamos tener una idea de por dónde van las cosas".

Sobre la reunión con los representantes del Ministerio de Trabajo e Inmigración sobre las medidas que recoge el plan de ajuste del gasto público, Ferrer criticó que el encuentro no ha tenido "contenido de calidad", ya que el Ejecutivo no ha detallado las medidas, sino que les ha remitido a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de esta tarde.

Por su parte, López denunció que las medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno son "un plan anti económico", ya que "no generará crecimiento, luego no generará empleo y prolongará la crisis".

Además, la representante de CCOO criticó que el plan anunciado por el Gobierno es "absolutamente injusto", ya que afecta a los trabajadores, a los pensionistas y a las personas con dependencia, "colectivos que no deberían ser los que paguen la crisis".

López denunció también que estas medidas vulneran tanto los acuerdos entre los sindicatos y el Gobierno con el recorte de salarios en la función pública, como, "de manera muy grave", el Pacto de Toledo con la congelación de las pensiones.

Ante esta situación, los representantes sindicales instaron al Gobierno a que "se plantee un aplazamiento" de las medidas "para poder discutir sobre el plan de ajuste", que no debería incidir sólo sobre los gastos sino también en los ingresos.

Sobre este tema, Ferrer reiteró la exigencia de los sindicatos de que el Ejecutivo se plantee una revisión global del modelo fiscal.

En este sentido, abogó por la creación de un nuevo impuesto que grave los beneficios de las entidades financieras. "Deben de contribuir a reducir el déficit", dijo Ferrer, quien también reclamó una revisión del IRPF.