El teléfono de la Fundación para la Ayuda a Niños y Adolescentes (AAR) atendió en esos diez años más de un millón de llamadas procedentes de niños y chicos de toda España, según explicó en rueda de prensa el director de esta fundación, José Antonio García, y la responsable del servicio telefónico de ayuda, María Isabel Vega.

El objetivo del teléfono de ANAR es ayudar a los chicos con problemas (mayoritariamente familiares) y que se sienten desamparados. A través de la línea gratuíta 900-20-20-10, pueden entrar en contacto con un equipo de especialistas que estudia sucaso y busca soluciones.

La mayoría de las llamadas que recibe el teléfono de ANAR versan sobre la angustia de los niños y adolescentes ante situaciones de separación de sus padres y, en los casos más graves, sobre episodios de violencia doméstica.

Isabel Vega se quejó de la desprotección de los niños ante la violencia en los hogares. "La violencia psicológica de la que son víctimas directas los niños", explicó, "permanece oculta y supeditada a la voluntad de la madre, que es la que debe pedir ayda o denunciar la situación, y que en muchos casos no lo hace"

Vega reclamó ayudas públicas o privadas para extender entre los niños y adolescentes el conocimiento de este teléfono de ayuda de la Fundación ANAR. El teléfono proporciona, a los niños con problemas, psicólogos y abogados que les escuchan, orientan y ayudan a salir de su situación.

Todas las llamadas están garantizadas por una confidencialidad absoluta, que permite que los menores puedan expresar sus problemas de manera libre y sin sntirse juzgados, ni presionados. Al teléfono de ANAR llaman más las niñas que los niños, algo que Isabel Vega atribuyó a que "las niñas tienen más facilidad para pedir ayuda y expresar sus problemas".

TELEFONO DEL ADULTO

Por otra parte, la Fundación ANAR dispone también de un Teléfono del adulto, al que llaman personas, principalmente los padres, cuando no saben cómo tratar a sus hijos, especialmente durante los procesos de separación matrimonial.