Así, la patronal aseguró que "este hecho será especialmente visible en los meses de junio y julio, cuando se produzca una abrupta caída de las matriculaciones".

Hasta ayer, las ventas de vehículos a particulares se disparaban un 67% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, con alrededor de 28.900 matriculaciones.

Sin embargo, la patronal de los concesionarios advierte que estos datos son "irreales" y que corresponden exclusivamente a la cartera de pedidos de las últimas operaciones acogidas al Plan 2000E.

"Podemos adelantar que el mercado ha frenado en seco. En los concesionarios ya no se venden coches y, en consecuencia, los pedidos a fábrica se hacen ahora con cuentagotas", comentó el presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold.

A este respecto, el sector venía advirtiendo que el final de los incentivos oficiales a la adquisición de vehículos traería consigo una repentina caída en las ventas, como ha sucedido en otros países de nuestro entorno.

"Desgraciadamente, esto tendrá repercusiones casi inmediatas sobre el empleo, tanto en la red de distribución como en las fábricas", añadió Romero-Haupold.

Faconauto calcula que en los concesionarios se podrían perder unos 8.000 puestos de trabajo a lo largo de la segunda mitad del año debido al retroceso en las ventas, que la organización cuantifica en 131.000 unidades menos respecto al primer semestre.