Sánchez tiene bastante clara y casi decidida esa Ejecutiva, según fuentes consultadas por Servimedia. La nueva dirección tendrá una estructura similar, en número, a la anterior, si bien en esta ocasión la división será por áreas y con personas potentes que dominen sus sectores. No habrá 'barones' en ella.

En la Ejecutiva con la que empezó su mandato en 2014, además de 10 líderes territoriales, había un total de 27 personas con áreas -entre ellas él, la presidenta Micaela Navarro y el secretario de Organización, César Luena- y otras 11 en calidad de vocales. También había varios miembros natos por sus cargos en otros órganos.

El líder socialista está tranquilo y con las ideas claras sobre los cometidos que tiene por delante, aseguran dichas fuentes.

En la nueva dirección va a contar con las personas que han formado parte de su equipo más próximo en la campaña de primarias. De ellas, destacan José Luis Ábalos y Adriana Lastra, que han sido sus coordinadores. Al diputado valenciano lo ha nombrado provisionalmente portavoz parlamentario y parece ser que será el nuevo secretario de Organización, mientras que la asturiana podría quedarse al frente del grupo parlamentario.

Sin embargo, parece que ese orden puede cambiarse porque los dos son personas de la máxima confianza de Sánchez y está midiendo bien dónde pueden ser más provechosos para la nueva etapa.

También están llamados a formar parte de la nueva Ejecutiva algunos de los nombres destacados que han participado en la elaboración del programa con el que Sánchez se presentó y que ahora implantará como proyecto político del PSOE al incorporarlo vía enmiendas a la ponencia marco que aprobará el 39 Congreso Federal de junio.

Esta mañana, Sánchez dijo a los periodistas en la Feria del Libro de Madrid que su Ejecutiva será integradora porque será el “secretario general de todos” los socialistas, le hayan o no votado en las pasadas elecciones primarias. “Me empeñaré en que haya esa integración”, dijo.

Asimismo, indicó que el resultado ha sido “bastante claro” sobre cuál debe ser la “orientación” que debe tomar el PSOE para volver a situar al partido como “referencia de los votantes progresistas”.