La FICR afirmó que la diarrea ha matado a 17 personas e infectado oficialmente a unas 300 en las últimas semanas, debido a la aumento de las temperaturas y a la escasez de fuentes de agua potable.

La Cruz Roja de Nepal ha movilizado equipos de voluntarios para apoyar los esfuerzos de las autoridades gubernamentales y los organismos humanitarios que participan en programas de agua y saneamiento y llevar a cabo campañas de promoción de la higiene.

Estas instituciones desean realizar labores preventivas antes de la llegada del monzón, que podría propagar rápidamente la diarrea, como en años anteriores.

"Nuestro enfoque debe ser proactivo en lugar de reactiva. Nuestras acciones de prevención deben centrarse en salvar vidas y reducir el sufrimiento humano antes de que sea demasiado tarde", señaló Dev Ratna Dhakhwa, secretario general de la Cruz Roja de Nepal.

La propagación de enfermedades diarreicas mató a 371 personas y afectó a otras 67.000 el año pasado, por lo que la Cruz Roja de Nepal pretende desarrollar actividades de promoción de la higiene, la distribución de kits de prevención de la diarrea y el suministro y el saneamiento de agua potable en las comunidades más vulnerables.

Esta institución movilizó a unos 1.720 voluntarios el año pasado, para tratar a unos 1,2 millones de personas en el último brote de diarrea.

Este equipo de voluntarios visitó hogares de familias vulnerables, donde informó de cómo evitar que el agua se contamine, y desarrolló obras de teatro en la calle, difundió carteles públicos y distribuyó material en distintos centros.